Alberto Figueroa Arquitectura

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La parte positiva del Coronovirus COVID-19

Es más que evidente que esta pandemia del Coronavirus está siendo una crisis en muchos ámbitos.

El primero y principal, en la salud de las personas. Cada vez son más los que contraen la enfermedad y desgraciadamente, alguno de ellos fallecen. El segundo en mi opinión, es el socio-económico. No sabemos a día de hoy cuál va a ser el impacto en la economía, el empleo, los ahorros de las familias e individuos, la situación económica de las empresas de todos los tamaños y en qué situación nos encontraremos cuando todo esto acabe. Y tercero, el resto de problemas que se originan por poner en pausa el mundo durante 1 mes (o más) Es innegable que está siendo una catástrofe y muy duro para todo el mundo. Especialmente para los contagiados.

Por otro lado, cualquier situación o cambio, trae un aspecto positivo. Son las dos caras de la moneda. Solo es cuestión de dar dos pasos hacia atras y tener perspectiva. Por ello, aprovechando este parón y la cuarentena en mi casa he querido presentaros lo que en mi opinión son la cosas positivas que ha traído esta demoledora pandemia. Tal y como cantaban en la película la vida de Brian “Siempre mira el lado bueno de la vida”

Teletrabajo

Para algunos será un tormento el trabajar desde casa porque necesitan salir de casa o su rutina de ponerse un traje y montarse en el coche para empezar su jornada de trabajo. Otros, como por ejemplo, camareros o gremios de la construcción, es literalmente imposible teletrabajar.

Para los que hacen trabajo de oficina, en su mayoría, o profesiones que pensaban que no era práctico hacer desde casa por internet, como puede ser un profesor, un artista o un monitor de gimnasio, están descubriendo POR LA FUERZA que es posible. Algo que tantísimas personas llevaban pidiendo desde hace un década a sus empresas, les ha llegado sin pedirlo. Lo pedía porque así podían combinar su labor profesional con su vida familiar, ahorrarse el tiempo y dinero en desplazarse hasta el trabajo y simplemente, veían innecesario el tener que moverte a una oficina, cuando lo podían hacer en casa con un portátil y una conexión a internet.

Las empresas y la percepción española en general, no cree en el teletrabajo. Piensan que es un mito o que funciona en otros países, pero aquí sería impensable. Piensan que la gente no trabaja si no estás encima de ella y la supervisas, que la productividad baja, que no es posible hacerlo que funcione. Ahora, se han dado cuenta que por fuerza mayor, no les queda más remedio que adaptarse a ello. No hay nada como que la vida te imponga una situación de la que no te puedes escapar, para verte obligado a evolucionar y cambiar o caer en el intento. La teoría de la evolución de Darwin, amigos míos.

Yo solo espero, que cuando todo esto acabe, haya un cambio en la mentalidad de las personas y empresas españolas y que respeten y puedan ver las ventajas del teletrabajo. La empresas descubrirán que pueden ahorrar muchos costes (necesitan muchísimo menos espacio de oficinas, equipos, zonas comunes, etc) y aumentan la productividad (la gente está más descansada por no tener que desplazarse todos los días, ahorrar dinero, etc)

Quizas, dentro de un años, las tipología de las viviendas cambiará. L@s niñ@s, necesitarán un espacio adecuado en su habitación para atender a clases online en vez de ir a la escuela y los padres y madres, necesitarán un espacio de trabajo dedicado en su vivienda.



Descubrimos la verdadera realidad.

Situaciones trágicas como la de esta pandemia nos ha hecho darnos cuenta de lo primordial que es la salud por encima de todo. Tambien hemos podido ver, que como sociedad nos cuesta mucho trabajar en conjunto. Sobretodo, hemos visto cómo se comportan las personas y las empresas cuando se crea una tensión que nos es posible pasar por alto.

En el apartado de las personas, hemos podido ver que en el momento que han sonado las alarmas y se ha creado una situación de peligro, nuestro instinto de supervivencia se ha activado. Cuando eso pasa, nos ponemos en modo batalla, segregamos adrenalina y dejamos de lado todo lo superfluo y nos centramos en lo principal y lo que estamos programados como seres vivos. SOBREVIVIR.

Por ello, aunque lo lógico y sensato hubiera sido cooperar como sociedad y asegurarnos de todo el mundo tiene acceso a material sanitario (gel de manos, mascarillas, etc) y comida (alimentos básicos, papel higienico, etc) no ha sido así. En el momento que has visto una situación de posible peligro que puede ser que te vayas a quedar sin comida por la pandemia y sobretodo, porque todo el mundo estaba agotando existencias en farmacias y supermercados, tu instinto de supervivencia se ha activado y te has asegurado de ir al supermercado y comprar todo lo posible. Incluso cuando el gobierno ha asegurado que no habría desabastecimiento de los supermercados. Tu instinto de supervivencia te ha dicho que haz lo que sea posible por sobrevivir. Aunque ello suponga que el resto no lo hagan. La sociedad funciona como un banco de peces o un rebaño. Permanecen juntos aunque les ataque un depredador. En el momento que vas por libre, aunque creas que estás salvando tu pellejo, lo que estás haciendo es ser más débil y debilitar al conjunto.

En el apartado de las empresas, probablemente te habían contado que te valoran mucho como empleado y que eres una parte fundamental de la empresa. Que en tu empresa, lo primero son quien lo componen y que es un equipo fuerte. Como has podido ver o verás muy pronto, es que las palabras se las lleva el viento. Que de igual manera que como individuos, tenemos un sistema de supervivencia. Las empresas también lo tienen. Por ello, aunque todos esos eslogan sobre lo importante que son sus trabajadores son muy bonitos. El camino se demuestra andando. Por ello, cuando por razones de fuerza mayor, se crea una situación económica que pone en peligro la empresa, aunque les duela mucho, no dudan en despedir a quien haga falta. Ya sean un par de individuos, la plantilla entera o cerrar la empresa para proteger la inversión de los socios o accionistas. Me preocupa muchísimo como se va a gestionar esta crisis económica, dentro de la crisis sanitaria, porque si todo el mundo intenta salvar su propio culo (muy al estilo de la economía capitalista) va a crear una crisis económica que riete tu de la de 2008.




Dar importancia a lo que realmente la tiene.

Situaciones tan drásticas como ésta en la que nos estamos enfrentando, nos va a permitir apreciar lo que tenemos o al menos teníamos y no apreciabamos.

Lo primero de todo, la salud. En la cultura española, siempre se ha dicho que la salud es lo primero. Ahora lo estamos viendo en su verdadera magnitud. Podemos ver como nos preocupa el contraer esta enfermedad, que la contraigan nuestros seres queridos o peor aún. Que sufran un deterioro de su salud a largo plazo o fallezcan por culpa de ello. Lo que parecía una gripe y no tenía importancia. Incluso nos parecía curioso que los chinos levantasen un hospital en 9 días, ya es nuestra realidad. Y vemos la gravedad de la situación.

Segundo, la libertad. Cosas tan sencillas como pasear por la calle, hacer deporte o reunirte con amigos para tomar algo y cenar, ahora nos parece un lujo. Cuántos de nosotros pagaríamos para que nos dejasen salir a pasear durante 20 minutos. La gente está pensando estratajemas para evitar el confinamiento y salir a la calle. Desde sacar a pasear perros de mentira como ir a tirar la basura a un cubo a 5 kilómetros de distancia.

Tercero, el trabajo. Desgraciadamente, todo el mundo se ha puesto en pausa durante no se sabe cuánto tiempo. Esto significa que muchísimas personas han perdido su trabajo del que dependen para subsistir. Lo que hasta hace un par de semanas te frustraba y te llevaba por el camino de la amargura, ahora lo echas de menos. No solo por el dinero. Sino porque en muchos casos, nos mantiene ocupados y permite hacer lo que nos gusta.

Conclusión

Solo espero, que esta pandemia acabe pronto y se cobre el mínimo número de fallecidos y secuelas posibles. Mientras tanto, en este tiempo de reclusión, podemos reconocer estos 3 aspectos positivos que esta asquerosa pandemia nos ha traído. Por desgracia.

Por favor #quedatenecasa